Son muchos los emprendedores que buscan un co-fundador para poder desarrollar su proyecto. Y todos los caminos apuntan al coworking.
Encontrar un socio no suele ser tan simple como parece. Este tiene que ser un complemento para el proyecto.
El co-fundador debe compartir la visión y la pasión por el negocio, y a la vez ofrecer talento o habilidades que lo fortalezcan.
Entonces, ¿por dónde se empieza?
Socio se busca
En primer lugar, antes de comenzar con la búsqueda el emprendedor debe preguntarse si realmente necesita un co-fundador.
Puede que lo que realmente esté buscando sea un técnico tercerizado, o algún conocimiento complementario que pueda aprenderse en un curso.
Sin embargo, si realmente necesita un socio que complemente sus habilidades o que tenga una importante red de contactos, es importante comprobar que sea alguien con quien pueda trabajar y tomar decisiones.
Tener en cuenta los espacios de coworking
Si la decisión está tomada, entonces el emprendedor comenzará la búsqueda de un co-fundador.
En este caso, es recomendable apelar al networking. Y esta práctica se da a diario en los espacios de coworking.
El emprendedor debe asistir a todo evento del mercado que se realice. Muchos de ellos se llevan a cabo en las oficinas compartidas.
Durante estos eventos, las personas están abiertas a relacionarse personal y profesionalmente.
Por otro lado, muchos de los coworking son también aceleradoras o incubadoras de startups, por eso son una buena opción para el emprendedor.
Nunca se sabe dónde puede surgir una nueva oportunidad.
Qué buscar en un co-fundador
Los expertos relacionan la búsqueda de un co-fundador con la búsqueda de una pareja. Lo más importante es encontrar compatibilidad en el otro.
Una buena forma de asegurarse de que sea la persona adecuada es ponerla a prueba.
Primero deben trabajar juntos en un proyecto, ver cómo se relacionan ante las presiones diarias y cómo reacciona cada uno ante las problemáticas que surjan.
Por otro lado, es conveniente ser honestos a la hora de determinar la cantidad de acciones que tendrá cada uno. Los conflictos en lo laboral o lo económico terminarían dañando al proyecto y la startup.