Comenzar un emprendimiento con un amigo, conocido o inversor no siempre resulta fácil. Requiere compartir muchas horas de debates intensos, toma de decisiones y situaciones que, por naturaleza, generan fricción.
Los desacuerdos, tensiones y discusiones suelen ser moneda corriente entre socios, e inclusive pueden ser el motivo de fracaso de una startup.
Así que te acercamos algunas formas de manejar tu relación con tu socio y alcanzar el éxito.
Socios y co-fundadores, ¡atentos!
Entre las principales claves que recomiendan los expertos, se encuentran las siguientes:
– La perspectiva de un tercero: Si bien muchas startups no cuentan con un consejo directivo, es importante que los emprendedores consulten a un tercero cuando surgen las discusiones. Lo más recomendable es mantener reuniones mensuales con un tercero para analizar el avance de la compañía y los objetivos a corto, mediano y largo plazo. De esta manera, se podrá contar con una visión distinta, evitando roces entre los socios fundadores.
– Anticipación de problemas: Durante la creación de una startup, los socios no sólo deben contemplar un plan de acción y un plan de negocios, sino que también deben analizar posibles futuros problemas. ¿En qué ayuda este detalle? A que ambos estarán preparados ante cualquier contrariedad que surja. Si las bases ya están asentadas, es difícil que se generen tensiones.
– Definir responsabilidades: La distribución de trabajo y atribución de responsabilidades es otro de los puntos que los socios deben definir en el nacimiento de un proyecto, de lo contrario, pueden surgir resentimientos e incomodidades. Una buena idea para mantener la división de tareas al día es mantener reuniones semanales para analizar la carga laboral de cada socio.